jueves, 12 de marzo de 2015

Construcción de la experiencia vivida en el niño

“Lo que tiene importancia, en efecto, no son los hechos reales vividos por el niño […] sino el conjunto de las percepciones del niño y el valor simbólico originado en el sentido que asumen estas percepciones para el narcisismo del sujeto. Este valor simbólico depende en alto grado del encuentro del sujeto con una experiencia sensible efectivamente nueva, y de las palabras (justas o no) o la  ausencia de ellas con respecto al hecho, en las personas que él escuche; estas palabras, o su falta, se conservan y se volverán a presentar en su memoria como representantes verdaderos o falsos de la experiencia vivida. La imposición del silencio ante las preguntas y las palabras del niño o la falta de diálogo respecto de estas percepciones, no integran, en realidad, esta percepción real del niño al mundo humano, y las relegan, a ellas y a quien las ha vivido con pena o con placer, al mundo de la mentira, o a lo inefable del mutismo cósmico mágico.”
 
Bibliografía:
  • Dolto, F. (1987) Prefacio del libro “La primera entrevista con el psicoanalista”. IV. La profilaxis mental en las relaciones familiares patógenas. Gedisa Editorial. Buenos Aires.

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